miércoles, 12 de noviembre de 2008

Just... Can't Wake Up


Eran cerca de las doce de la Noche, y mis padres se encontraban fuera de la Casa, Habían salido a invertir un poco de tiempo y dinero en la vana diversión de un Casino, Al notar que tardarían en llegar, decidí ir a mi habitación y dormir, ya que hoy en la mañana tendría clases. Cuando me disponía a quedarme dormido, mi gata apareció maullando afuera de mi puerta, y como recordé que ella y mi perrita no se llevan del todo bien, decidí meterla en mi cuarto y que pasara aquí la Noche. Ella rápidamente subió a la cama conmigo, y se recostó sobre mi estómago, quedando profundamente dormida. Yo no tardé más de unos minutos en empezar a sentirme somnoliento. Así que cerré mis ojos, y me dispuse a imaginar cosas, Ya que es de mis hobbies favoritos al dormir, pensar en diferentes mundos y lugares, personas que conosco y que aún no. Todo iba muy Bien, empezaba a soñar con mis ex compañeros de secundaria, pero empecé a notar que algo no iba Bien. Antes de siquiera pensarlo, me invadían pensamientos que yo no formulaba, como si mis sueños tuviesen vida propia. Y en un instante... Un sonido aturdidor invadía mis pensamientos, y después de éste, una lluvia de ideas que no podía controlar. Decidí ponerle fin a la Maraña de Ideas que se adentraban en mis sueños. Pero en ese momento, me di cuenta de que mis músculos no me respondían... Me encontraba prisionero en mi propio cuerpo. Aparte de esa desagradable sensación de incapacidad, y del sonido ensordecedor, los pensamientos seguían divagando mi mente... Lo primero que pensé, fue rezar, me dije a mi mismo que esa sería la solución... El Omnipotente poder de Dios. Sin embargo, mientras me adentraba en las oraciones, noté que empezaba a frenarme... Mis pensamientos se ciclaban... Como Pude, terminé mi oración, y traté de calmarme un poco... Cada segundo parecía una eternidad, y tenía la sensación de que no respiraba en ese momento... Unos segundos más tarde, noté que mi dedo meñique tenía algo de movimiento... Podía doblarlo levemente, así que me dije a mi mismo que nada podría más que el poder de mi voluntad, y empecé a tratar de mover mis dedos. Poco a poco fueron adquiriendo movilidad... Primero el meñique, después el anular, y al llegar al dedo índice, pude salir de ese lapso de incapacidad y pensamientos bizarros. Para cerrar con broche de Oro, al lograr moverme, la Energía eléctrica falló, dejándome en la total oscuridad... Sólo se lograba ver vagamente el brillo de la Luna en el Horizonte. Traté de calmarme, y fui por mi Celular. Gracias a Dios, Funcionaba, y la Luz iluminó el ambiente... Segundos más tarde, la energía fue reinstalada, Y todo el sucedo quedó atrás. Quince minutos después llegaron mis Padres...